Español - Clase virtual 4
- Yubisa Serrano Rivera
- 5 may 2020
- 2 Min. de lectura

Clases de Narración: EL CUENTO

Tarea:
1- Imaginar que en la casa donde vives hay demasiado ruido (insoportable) y diariamente se escuchan discusiones por que el espacio es pequeño.
¿Cómo solucionar el problema?
2- Lee el cuento y compáralo con la respuesta a la pregunta planteada anteriormente.
Nota: al final del cuento aparecen puntos 3 y 4 que pertenecen a esta tarea.
¡CUANTO RUIDO!
Había una vez un granjero llamado José Cebada, que vivía con su esposa, Bety, en una casita.
Tenía cuatro hijos, y la mujer se quejaba siempre de lo pequeña que era la casa.
Los niños era muy peleones, así que, con tantas peleas y riñas, José no tenía un momento de paz.

En la granja había un viejo espantapájaros, que no servía demasiado para ahuyentar las aves, pero que era muy sabio. José iba a menudo a contarle sus problemas.
-He estado meditando sobre tu problema –dijo el espantapájaros un día-. ¿Tienes gallinas?
-Claro –contestó José-. Seis gallinas pintas y un gallo.
-Estupendo. Mételas en la casa, a ver qué pasa.
José pensó que era una idea muy rara, pero estaba dispuesto a probar lo que fuera para vivir tranquilo. Siguió el consejo del espantapájaros, pero el gallo no paró de cacarear; las gallinas, de cloquear; los niños; de discutir, y Bety, de quejarse. ¡Cuánto ruido!
-No funciona –dijo al espantapájaros.
-¿Cabras? –Preguntó este-. ¿Tienes alguna?
-Tengo un macho cabrío y una cabra.
-Mételos en la casa, y a ver qué pasa.
Las cabras balaron y comieron todo lo que encontraron; el gallo cacareó, las gallinas cloquearon, los niños se portaron fatal y Bety protestó sin parar.
-Ya soporto muchas cosas para que tú traigas más problemas –dijo ella-. ¡Cabeza hueca! Tienes tanto sentido común como ese espantapájaros con el que hablas.
-Las cosas han empeorado –dijo José al espantapájaros-.
Hay mucho ruido, huele muy mal y todo está lleno de animales. Esto no va bien.
-Una cosa más –respondió el espantapájaros-. ¿Tienes una vaca?
-¡Claro! Tengo una vaca de ojos pardos, que da leche todas las mañanas, pero…
-Confía en mí. Mete la vaca a la casa, a ver qué pasa.
José metió la vaca a la casa. Fue terrible: la vaca mugió y pisó a todo el mundo, las cabras balaron y comieron todo lo que encontraron, el gallo cacareó, las gallinas cloquearon, los niños lloraron y Bety gritó:
-¡Se acabó! Saca a todos los animales de la casa, ahora mismo.
Y esto fue que lo que pasó: José se llevó a la vaca que daba leche todas las mañanas, al macho cabrío y a la cabra, a las seis gallinas y al gallo de vuelta al corral. Bety y los niños lo limpiaron todo, y al acostarse dijeron:
-Escuchen. ¡Qué silencio! ¡Y cuánto espacio hay ahora que esos ruidosos animales se han ido!
Al día siguiente, José fue a ver al espantapájaros.
-¡Ha funcionado! –dijo-. Hay tal silencio ahora, que se oye caer un alfiler.
-Me alegro de oírlo –contestó el espantapájaros, guiñándole un ojo.
Georgie Adams, adaptación.
Tarea:
3- Escribe en tu cuaderno qué hechos pueden ser reales y cuales imaginarios en el cuento anterior.
4- Realiza un dibujo donde aparezcan los personajes del cuento anterior en el lugar donde viven.
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